En distintas oportunidades he dicho que la Catedral de Mar del Plata aparece en medio del microcentro de la ciudad como un oasis en donde el marplatense y el turista pueden entrar a distintas horas del día para beber en ella un poco de paz.
Conocer la Catedral nos compromete a cuidarla, no solo en su estructura edilicia sino también en el espacio exterior. La Catedral con su arquitectura neogótica es el mayor símbolo de esta ciudad que nos acerca a Dios a través de sus torres y campanarios.