Historia

A fines del siglo XIX, Mar del Plata contaba con 6.000 habitantes y se transformó rápidamente en la principal villa balnearia del país, donde veraneaban las familias más renombradas de la sociedad argentina.

En la primavera de 1892, un grupo de damas de la ciudad de Mar del Plata, presentó una nota al intendente municipal, Clemente Cayrol, solicitando la autorización para dotar al pueblo de un templo con mayor capacidad que la Capilla Santa Cecilia.

La comisión encargada de la tarea de recolectar los fondos necesarios estaba integrada de la siguiente manera: Presidenta: María Luro de Chevalier; Vicepresidenta: Casiana Luro de Rouaix (hijas de Don Pedro Luro, el gran propulsor de la ciudad); Tesorera: Josefa Uriburu de Girondo; Secretaria: Mercedes Amadeo; Vocales: Carolina Lagos de Pellegrini, Juana Leloir de Molina, Matilde Martínez de Peralta Ramos, Petrona Heguilor de Imaz, Clara Leloir de Demarchi, Isabel Elortondo de Martínez de Hoz, J. Fernández de Fonseca Vaz y Petrona U. de Fernández.

En diciembre de 1892, esta comisión de damas, dirigió una carta al Gobernador de la Provincia, doctor Julio A. Costa, poniendo en su conocimiento la intención de construir un templo "digno de la sociedad católica" que concurriera a Mar del Plata.

Poco tiempo después, el 18 de enero de 1893, a las 14hs, en el terreno donado a tal efecto por Patricio Peralta Ramos, fundador de Mar del Plata, se colocó la piedra fundamental del templo, dedicado a San Pedro. 

Realizó la bendición el Arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Federico Aneiros. Las obras de diseño y construcción fueron proyectadas y dirigidas gratuitamente por el Ingeniero y Arquitecto Pedro Benoit hasta el año 1887, fecha de su fallecimiento, y continuadas por su hijo Pedro J. Benoit. 

La construcción estuvo a cargo de Adán Pandolfi, siendo capataz Juan Lazzari y obreros y artesanos que dejaron sus huellas e inscripciones, siendo en su gran mayoría de origen italiano.

La sede parroquial, que venía funcionando en la Capilla Santa Cecilia, fue trasladada en 1902 a la Iglesia San Pedro en construcción.

El 12 de febrero de 1905, Monseñor Terrero bendijo la parte finalizada de la Iglesia.

En el año 1913, con una donación de la señora Cecilia Peralta Ramos de Lesteche, se construye la amplia sacristía, la casa parroquial y el bautisterio, contiguo a la sacristía y con comunicación al despacho parroquial.

En el año 1920 se construye la Cripta, debajo del Altar Mayor.

El 2 de enero de 1924, el Sumo Pontífice Pío XI elevó a nuestro templo parroquial, dedicado a Pedro apóstol y Cecilia virgen y mártir, a la dignidad de Basílica menor. En 1957, fue elevada al honor de Iglesia Catedral por el Sumo Pontífice Pío XII.