Reconciliación

¿Por qué reconciliarme?

Es una de las cuestiones centrales en la vida de una persona porque todos queremos y necesitamos amar de verdad pero muchas veces nos cuesta, no sabemos o no lo hacemos. Muchas veces con nuestras palabras, gestos y actitudes generamos peleas, divisiones, lastimamos al otro quedando nuestro corazón lleno de tristeza y amargura. ¿Quién no se encontró alguna vez necesitado de perdón?

¿A quién no le ha costado alguna vez perdonar? Sin embargo, hay veces que luchamos toda la vida contra algún conflicto respecto del perdón o llevamos con nosotros mismos la carga más pesada que impide perdonar: el rencor, la venganza, el odio.

Es el animarme a reconciliarme con Dios, mis hermanos o conmigo mismo el que me ayuda a levantar la cabeza, sanar mi corazón y caminar de una manera nueva.

¿Cómo hago para reconciliarme con Dios?

Podes acercarte al confesionario del templo en los horarios habituales de confesión (de lunes a sábados por la tarde y los domingos por la mañana y por la tarde). 

¿Quiénes pueden darme el sacramento?

Solo los sacerdotes (presbíteros y obispos) pueden administrar el sacramento de la Reconciliación.